¿Qué es el SIBO y cuáles son sus síntomas?

El SIBO, llamado así por sus siglas en inglés, es un Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado.
Normalmente, el intestino delgado contiene una cantidad relativamente baja de bacterias en comparación con el intestino grueso, donde la concentración bacteriana es mucho mayor. Sin embargo, en personas con SIBO, esta relación se altera.

Los síntomas más comunes son:
– Hinchazón y gases
– Diarrea o estreñimiento
– Dolor abdominal
– Náuseas
– Fatiga
En los casos más severos, puede producir una pérdida de peso por encima de lo considerado “normal” e incluso deficiencias nutricionales.

Sobrecrecimiento bacteriano en intestino delgado

¿Cómo puedo saber si tengo SIBO?

Si estás experimentando los síntomas mencionados anteriormente, especialmente si son persistentes, podría ser el momento de ponerte en contacto con nosotros.
El diagnóstico es muy sencillo e indoloro. La prueba consiste en administrar por vía oral un azúcar (lactitol) y recolectar el aire espirado a distintos tiempos (cada 30 minutos), para determinar así la cantidad de gases exhalados a través del aliento. Su duración total es de 3 horas y media, aproximadamente.
Para que no tengas que desplazarte y conozcas tu diagnóstico cuanto antes, hacemos la prueba en la propia clínica.

Tratamiento del SIBO

Tratar el SIBO suele implicar un enfoque multifacético que puede incluir antibióticos para reducir el sobrecrecimiento bacteriano, cambios en la dieta para evitar alimentar las bacterias excesivas, y en algunos casos, suplementos o probióticos para restaurar un equilibrio saludable de la flora intestinal.
Antibióticos
Es muy frecuente la prescripción de antibióticos, aunque dependiendo de los síntomas que percibas, las pruebas y la preferencia médica, serán unos u otros.
La duración media del tratamiento es de 15 días, pero hay casos en los que se requiere repetir el tratamiento hasta la desaparición de los síntomas.
En cualquier caso, es fundamental que no te automediques, ya que el consumo inadecuado de antibióticos puede conllevar recurrencias, complicaciones o generar resistencia a los mismos.

Dieta SIBO, la dieta FODMAP

Además de los antibióticos, el manejo efectivo del SIBO requiere cambios en la dieta. La más frecuente es la dieta FODMAP.
Esta dieta no es nueva para nosotros, en la clínica la llevamos aplicando desde 2007 en pacientes con intolerancias alimentarias, síndrome del intestino irritable, mala absorción de algunos nutrientes, etc.
Su base es la eliminación de oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables, presentes en algunos alimentos.
Generalmente, se lleva a cabo en tres fases que dependen de la evolución del paciente: eliminación, reintroducción y personalización.

Probióticos y suplementos para tratar el SIBO

Los probióticos y los suplementos pueden jugar un papel crucial en la restauración del equilibrio de la microbiota intestinal y en la mejora de la digestión.
En el caso de los probióticos, al introducir bacterias beneficiosas en el intestino, se reducen los síntomas del SIBO, sobre todo la hinchazón, el gas y el dolor abdominal.
Además de los probióticos, ciertos suplementos pueden ser beneficiosos en el tratamiento del SIBO, por ejemplo las enzimas digestivas, algunos suplementos de fibra o algunos aceites y extractos herbales.
No obstante, una vez más, dependiendo de cada caso, son recomendables unos u otros.

Diferencias entre Helicobacter pylori y SIBO

A la hora de diagnosticar el SIBO, es importante descartar otras enfermedades, por ejemplo el Helicobacter pylori, ya que sus tratamientos son distintos. Además, mientras que la primera afecta al estómago, la segunda lo hace al intestino delgado. Por eso es necesario contar con la ayuda de un equipo profesional que te oriente y te recomiende soluciones personalizadas.

Da el primer paso y empieza tu tratamiento para el SIBO en Castellón

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